miércoles, agosto 31, 2011

Libertad y medios


"Es normal que pase... Con lo que sale en la tele, a la gente le parece normal". Primer timbre: tele. No estabamos hablando de medios ni nada directamente relacionado con ellos. Luego sigo, pero es que, además, ha utilizado la palabra maldita: la GENTE. ¿Tú qué eres? ¿Un alienígena? Prosigue la conversación, esta vez encuentro alguien con sentido común: "Por mucha porquería que den, tú puedes cambiar de canal". ¡Olé! Hacía mucho que no oía algo así fuera de la Facultad en clase de Deontología o Ética o algo así. Si parece que todavía queda GENTE que no crea que los medios son el tridente del diablo. Y lo más importante: todavía hay quienes siguen creyendo en la libertad verdadera. Porque está muy de moda la palabreja "Libertad", pero la solemos dejar para discursos grandilocuentes o movimientos reivindicativos-revolucionarios. "¡Me estás imponiendo tu criterio! Déjame, que soy libre". Y tras el arrebato decimonónico, viene la búsqueda del cabeza de turco. Normalmente hay tres víctimas (inocentes por ser algo general) a las que se les suelen imputar todos los crímenes y fallos en que uno pueda caer: la crisis económica, el calentamiento global y los medios de comunicación. Pobres víctimas, palabras víctimas, pues suelen blandirse como sustantivo colectivo neutro, sin pensar que los colectivos indican un grupo de personas, seres humanos, y no secuaces del Infernal.
Todos somos libres y tolerantes, pero los medios parece que nos quitan la libertad. Al decir eso de "es que los medios de comunicación, es que el cine, es que la tele..." nos olvidamos de nuestro carácter, nos abandonamos al determinismo. Parece que si en la televisión veo x, acabaremos todos haciendo x. Si las películas muestran cada vez más violencia, acabaremos siendo más violentos. Si los documentales muestran ñus, acabaremos siendo ñus. O algo similar.
Frase que suele proceder a la negación de la libertad personal: "solo ponen eso porque es lo que la gente pide". ¡GENTE! ¿Tú qué eres? "Lo acabo viendo porque no hay nada más". Ahora sí, acabas de erradicar la libertad de la faz de la tierra. Para que luego critiques a los políticos por imponerse, al cambio climático por no dejarte escoger el tipo de zapatos, a la educación diferenciada por no ofrecer libertad, al cine por ser propagandístico y a Espinete por querer que todos le acepten. Cuando empecemos a descubrir la libertad interior, dejaremos de autodeterminarnos y autoimponernos corsés.

martes, agosto 30, 2011

Los próximos tres días (Haggis, 2010)

La mujer de Russel Crowe es detenida y encarcelada por un crimen que parece no haber cometido. Su marido, ante la ineficacia de las vías legales, decide trazar un plan para sacar a su mujer de prisión. Todo ha de estar perfectamente organizado. Esta película de acción atrapa al espectador, ya que el protagonista es un marido y padre completamente normal que se embarca en una aventura totalmente desproporcionada y para la que no está preparado. Un personaje normal en una situación extraordinaria. Me parece un acierto mostrar esas debilidades del protagonista, que nos recuerdan una y otra vez que ese tipo que tenemos delante, es alguien del montón, no es un héroe. Y creo que esa sensación eleva bastante el nivel de una obra que podía haber quedado en una simple película de acción y efectos especiales. El dilema del matrimonio y la presencia del niño ayudan a dar un poco más de profundidad a la película. Eso sí, aunque se le añadan varias tramas a Los próximos tres días, no deja de ser una cinta para pasar la noche del viernes descargando un poco los nervios de la semana.




sábado, agosto 27, 2011

El efecto Kuleshov

El montaje es un aspecto esencial del cine. Las primeras obras cinematográficas tenían un aspecto teatral más que fílmico. Ahora conocemos, estamos acostumbrasdos, al lenguaje del montaje. Sabemos que un plano de un rostro seguido de un plano de un paisaje significa que eso es lo que el personaje está viendo. El montaje confiere un sentido a las ímágenes que no tienen objetivamente.
El ruso, Lev Kuleshov, realizó un experimento para demostrar esos significados que proceden de las relaciones entre los distintos planos. Así una expresión neutra del actor Mosjukin, cobra distintos significados según el plano del que vaya seguido.



Kuleshov fue profesor de la Escuela Estatal de Cinematografía de Rusia y trabajó en varios experimentos más sobre el montaje, como la creación de espacios y personas.

Cronofotografía

























"La momificación del cambio". André Bazin.

miércoles, agosto 17, 2011

Vivir para siempre (Ron, 2010)

Vivir para siempre... ¿Título ñoño? ¿Temática ñoña? La película ya empieza con fuerza:
  1. Me llamo Sam
  2. Tengo once años
  3. Recopilo historias y hechos fantásticos
  4. Tengo leucemia
  5. Cuando veáis esto probablemente ya estaré muerto
Una película sobre un  niño con cáncer, probablemente sea lacrimosa, cursi... Pues esta película adaptada del libro de Sally Nichols consigue un perfecto equilibrio de emociones. El director Gustavo Ron, explicaba en una sesión en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra que había querido adaptar esa historia sin caer en esa cursilería. Añadía que contar una  historia a través de un niño permite "decir cosas muy profundas con una gran ingenuidad". Las películas con niños como protagonistas juegan siempre en la cuerda floja. Gustavo Ron hace de funambulista con maestría consiguiendo la risa, la fascinación ante esas magníficas animaciones de estilo antiguo...


Los personajes son muy atractivos. Los dos niños -Sam y Felix- actúan muy bien y nos  hacen creer totalmente en sus personajes. El padre de Sam, encarnado por Ban Chaplin, tiene un papel muy rico en la película. Un padre que no acepta la enfermedad de su hijo, que no quiere enfrentarse a esa muerte tan cercana, pero que acaba descubriendo que lo importante es la vida. Creo que está muy conseguido eso que dice el director en la entrevista de la Universidad: La película trata la muerte, pero no trata sobre la muerte; sino sobre la vida.
Una película dura, muy dura, pero con mucho encanto. Es una película que no deja indiferente, pero lo hace con una dulzura que no sienta mal. Podéis ver cosas muy interesantes en el blog de la película.



martes, agosto 09, 2011

How to train your dragon (DeBlois, 2010)


Poco más se le puede pedir a How to train your dragon. Aparte del acento escocés de la mayoría de los personajes, son muchas las virtudes de la película de Dreamworks.
Una sencilla historia de lucha entre vikingos y dragones que consigue una perfecta armonía de todas sus partes. El personaje principal (Hiccup) es genial. No es un personaje estereotipado para nada. En principio es un adolescente poco aceptado en el pueblo, uno se debate entre el cariño que tomamos por los personajes principales y su evidente torpeza. La relación con el padre da bastante peso a la historia, pero es el trato con Toothless, el dragón, la que consigue llamar la atención. En esta película los dragones no hablan, pero es tal su expresividad, que consigue hablar con gran claridad. En este sentido me recuerda un poco a esa habilidad de la película Wall·E.
Una película con un gran sentido del humor desde la primera escena, unos gags efectivos, personajes originales y divertidos, momentos entrañables y tensión mantenida con éxito durante lo largo del film.

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