martes, febrero 23, 2010

Orgullo de Facultad

Es una pena. Mientras yo pasaba frío en las tierras escocesas, en Pamplona se dedicaban a hacer un lipdub para promocionar la Facultad de Comunicación (nuestra querida Fcom) de la Universidad de Navarra.
La verdad es que desde la distancia, me ha hecho muchísima ilusión ver el vídeo. Me encanta el buen ambiente que transmite el lipdub. Ese ambiente, real, en la Facultad. Y no son solo los alumnos quienes participan de ese ambiente, es algo compartido con todo el personal de la Facultad. Por eso me ha encantado ver que también los profesores, secretarias y bedeles participan y con esa gracia que se respira en Fcom. Ese ambiente del que hablo es sano, animante, que consigue que los alumnos tengamos aspiraciones altas y no queramos ser simples "creadores de programas", como hoy he escuchado en Stirling, sino COMUNICADORES. Y cada uno aporta lo suyo, aunque sea un caballo, una trompeta o las ganas de trabajar. Me gusta que este lipdub saque las habilidades de las personas, no sus planes de fin de semana como hace el lipdub de la Facultad de Comunicación de Quebec. Que sí tiene mejor calidad técnica que el nuestro, pero yo querría algo más a la hora de elegir el lugar donde formarme.

En el lipdub se enseña toda la facultad y lo que allí se hace: El plató de televisión, los estudios de radio, el Faustino... Al principio pensé: "¿No van a enseñar Euroview?" Y no me había dado tiempo a enfadarme cuando apareció Lindbergh de Cher Ami. Ahí mismo, bailando en el segundo piso de la facultad.
Os dejo también dos Making-off del Lipdub, muy divertidos.

miércoles, febrero 10, 2010

Películas pendientes

Siempre me pasa lo mismo: Me apunto todas las películas que he visto para poder hablar de ellas en el blog, y nunca lo hago.
Pues como anticipo, y forma de obligarme a escribir, aquí va una pequeña pincelada sobre varias películas que he visto (o vuelto a ver) reciéntemente:

1. UpMejor imposible, a esta película le dedicaré una buena entrada, ¿quién sabe si más de una? Porque los de Pixar han conseguido algo extraordinario: hacer que una película guste a todo el mundo. Y cuando digo todo el mundo, es todo el mundo. Desde niños de 8 años hasta señoras de 80. Y no lo digo por decir.
10/10

2. Enemigos públicosJohnny Deep en un papel excelente. Los Intocables versión siglo XXI. Una "historia de amor" poco convincente pero emotiva. Violencia gratuita en ocasiones y dilema al descubrir que queremos que gane el mal.
7/10

3. La joven VictoriaAmbientación estupenda. ¡Ya entiendo muchas cosas sobre Gran Bretaña! Historia de amor de las de antes, calidad calidad. Un final demasiado abrupto.
6,5/10

4. Los niños de Huang Shi
Entretenida, emocionante... Una historia real. No mucho más que decir.
6/10

5. Los miserablesSin palabras. Liam Neeson en un papelón. Una de esas películas que te hacen sentir importante y capaz de todo.
10/10

6. CarsBueno, un poco floja (para ser Pixar). Un poco para chicos aunque luego tiene el toque Pixar que hace sonreir. Algunas genialidades como Luigi y el encantador Guido.
7,5/10

7. Toy Story 2Me esperaba algo más emocionante. Había oído tantas veces que era mucho mejor que la primera, que me decepcionó un poco. No me gusta Jessie, pero si Bullseye. Y Buzz gana puntos.
7/10

8. El indomable Will Hunting (Good Will Hunting)

El título mejor en inglés. Gus Van Sant, al que tenía un poco de manía por Paranoid Park, en sus mejores momentos. Un humor muy real, un genio, y un buen amigo.
9/10

lunes, febrero 01, 2010

Las olas del Danubio

Acabo de ver un corto de animación muy bonito. Esta vez es animación 2D. Tiene una estética muy especial de esas que creo que gustarían a Amaya y Fátima.

Pero ha habido algo que me ha traído recuerdos: la música. Al principio me costó un poco caer en la cuenta, pero... Claro, mi "amigo el del acordeón". Una vez hablé con él, no me acuerdo de su nombre, perdimos la grabación de la entrevista. María C. y yo fuimos de "ruta" a sacar fotos a músicos de la calle. Él no hablaba muy bien español, asentía con la cabeza, sonreía poco. Se quitó la gorra para la foto y sonrió. Fue un reportaje que me conmovió de verdad. Y él, junto con Jalu, en especial. Durante el curso al pasear por Pamplona oía esa canción, y me entraban ganas de llorar. Porque sabía que era él tocando la única canción que sabía. Creo que me reconocía cuando nos cruzábamos por la calle. Muchas veces me acuerdo de él, y aunque no sé nada (o muy poco) sobre él, espero que esté bien. Espero que haya vuelto a su país con su familia y que le vaya mejor de lo que le iba aquí. Y espero que siga tocando esa misma canción, que ahora sé que se llama Las olas del Danubio.

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